Tus ojos no mienten




Los ojos son el reflejo de tu carácter. Así que, tu bondad o maldad se refleja en tu mirada. Mateo 6:22 (TLA)


Cuando tú hablas con una persona y la ves a los ojos, puedes percibir si está alegre, triste o preocupada. Lo mismo sucede al conversar con un niño, porque cuando está mintiendo, se esconde y no quiere hablar o agacha su cabecita y evita mirar de frente. Su actitud y sus ojos lo delatan porque en él no hay maldad.

Como hijos de Dios somos llamados a mantener nuestra mirada en Jesús, no en las cosas de este mundo porque al hacerlo perdemos la óptica de las cosas divinas y nos volvemos incapaces de distinguir la voz de nuestro Padre Celestial; dejamos de obedecerlo y permitimos que nuestro corazón y mente se llenen de sentimientos y pensamientos malos que terminan apartándonos de Él.
¿Qué estás permitiendo que entre a tu vida a través de tus ojos?